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Manolo Ramos: el abogado de los pobres

Manolo Ramos, Concejal de Asuntos Sociales

“El Cañizo”, publicación independiente del Valle de Güímar

DDDEl legendario Chucho Navarro, de Los Panchos, siempre lo tuvo en gran estima.

DDDRamos tiene un espacio semanal de música y poesía en la emisora escolar La Voz de Araya

DDDSu vocación de servicio la lleva impregnada en los genes. Actualmente la desarrolla desde su puesto de responsable de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Candelaria. Manolo Ramos, que así se llama nuestro personaje, no se siente para nada político, sino una persona con ganas de ayudar a los demás, que tiene en la música, la poesía y el coleccionismo sus principales hobbys.
No duda en afirmar que su paso por la Jefatura de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados de la Consejería de Hacienda le ha granjeado numerosos amigos. No era extraño verlo atendiendo al público una vez cerradas las ventanillas o resolviendo temas que éstos les planteaban y que no era de su responsabilidad. Algún compañero llegó a calificarlo como el “abogado de los pobres”, pues muchas eran las personas, especialmente de su isla natal, La Gomera, que lo requerían para que les solucionara los problemas más variopintos.
DDDLlegó a Tenerife para cursar el Bachillerato Superior, hospedándose en casa de unos tíos en Candelaria, que lo recibieron con el mayor de los cariños.
Se presentó a unas oposiciones para la Hacienda del Estado, que superó a la primera intentona. Ya con el puesto de trabajo consolidado acabó la carrera de Graduado Social.
Su labor en la villa mariana se dejó sentir desde joven. Fue el primer bibliotecario que tuvo el municipio y bajo su responsabilidad se realizó la primera catalogación de los fondos bibliográficos. Otras pasiones suyas son la música y la poesía, que no duda en afirmar que mamó desde pequeño en su barrio de La Calera. Al poco de llegar a Candelaria comenzó a impartir clases de guitarra, timple y bandurria. Fue fundador, allá por 1976, de la primera agrupación folclórica del municipio, que llevó por nombre Santa Ana. También fue director de parranda de la legendaria Chaxiraxi. Ya en Araya, en donde recaló con su esposa Lina y sus tres hijos en 1991, impulsó la creación de las agrupaciones Los Brezos y la infantil Igonce.

EMISORA ESCOLAR

DDDEl cariño que le dispensan las gentes de Araya se palpa a todas horas. Su afán de servicio lo ha convertido en uno de los hijos más queridos de la localidad y a él acuden en busca de apoyo y consejo.
Como un padre más colabora todos los viernes con la emisora escolar del colegio público del barrio, en la que lleva un programa musical sobre la vida de Los Panchos y un rincón de poesía. A Los Panchos los conoció por casualidad en un restaurante de la zona, allá por 1989. No esconde que fue una de las vivencias más emotivas de su vida, pues era el grupo preferido tanto de su padre como de él. La chispa entre Ramos y el grupo no tardó en saltar y hasta la muerte de Chucho Navarro mantuvieron siempre una estrecha amistad, que se comenzó a fraguar cuando les prestó su coche durante los dos meses que estuvieron de gira por Canarias. Un hecho que siempre valoró como excepcional Chucho Navarro. Incluso las dos veces que éste se puso enfermo por estas tierras, tan alejados de su país de procedencia, siempre llamó a Manolo Ramos para que lo llevara al médico. La firma de Los Panchos está plasmada en la pared del garaje de su casa, donde estuvieron tocando desde las 12 de la mañana hasta las 12 de la noche un día tan señalado como fue el de la Navidad de 1989.
DDDManolo Ramos es también un gran coleccionista. La afición le viene desde pequeño, cuando los hombres compraban cajetillas de cigarros en la venta de sus padres. Él se les quedaba mirando hasta que estos amablemente les regalaban las estampas que traían. Hoy guarda con orgullo fotos coloreadas de Benítez que venían en las cajetillas de cigarros “La Lucha” y las fábulas de Iriarte de “La Mascota”, o colecciones sobre la vida de canarios ilustres, coches antiguos, regiones de España y mapas del mundo de “Antillana”, entre otras muchas. También es digna de mención su magnífica y singular colección de 1.550 programas de cine. Manolo Ramos es, en síntesis, un hombre de bien.

Número 16 – Julio de 2001

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